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Cuadros para salón: 10 consejos útiles

El salón es la principal estancia de nuestro hogar y es acertado reservar dicho espacio para vestirlo con un cuadro grande para salón. A continuación anotamos unas sencillas pautas para que el óleo que escojas quede perfecto dentro de la decoración del salón.

Uno de los aspectos que más condicionan al elegir un cuadro, además del propio mobiliario del salón, es el color de las paredes. Las dividiremos en dos grupos:

-Paredes de colores neutros. Tonalidades como el blanco, gris, beige, arena y blanco roto son colores claros que combinan muy bien con cualquier cuadro que coloquemos, ya que son colores discretos que ceden el protagonismo a otros colores más vistosos.

-Paredes de colores saturados. Aquellos tonos oscuros con una saturación tal que requieren cuadros de tonos claros o, al menos, con un fondo de color claro. De otra manera, el cuadro quedaría camuflado dentro de la pared. En la imagen inferior se aprecia una pared de un color turquesa muy saturado. El óleo, al presentar el borde blanco, crea una transición entre los dos turquesas, haciendo destacar el cuadro sobre la pared.

 

Cuadro al Óleo Tríptico Abstracto Turquesa-Ocre

 

Cuadro sobre el sofá

El sofá es uno de los muebles más importantes del salón, y la pared que ocupa será una de las predilectas para decorar con un cuadro. Hay algunos detalles a tener en cuenta a la hora de elegir un cuadro tanto a nivel de tamaño como de tonalidades.

Tamaño adecuado del cuadro y su colocación respecto al sofá

El cuadro no debe sobrepasar el ancho del sofá, dejando un pequeño margen a cada extremo. Un ejemplo sería un sofá de 2,80 metros: Una medida válida sería un cuadro de 200 cm de largo con un margen aproximado de 40 cm a cada lado del sofá.

Como norma general colocamos los cuadros a la altura de nuestra vista: su función final es poder vislumbrarlos en una posición cómoda. Respecto al sofá suele ser habitual colgar el cuadro separado unos 20 cm de la parte superior del respaldo. Dejando este margen quedará más integrado el conjunto de cuadro y sofá, creando una sensación de uniformidad.

¿Qué cuadro combina mejor con el sofá de mi salón?

Otro punto a que influirá directamente en la elección del cuadro es la tonalidad de nuestro sofá. De forma parecida a las paredes, podemos dividir los sofás en los siguientes grupos:

  • Sofás de tonos neutros y suaves: Son aquellos colores tales como el gris claro o beige, que permiten combinar nuestro sofá con cualquier cuadro. Son colores muy socorridos porque su función suele ser la de destacar los otros colores que forman parte de nuestra decoración.
  • Sofá de tonos oscuros: Hablamos de colores como marrón oscuro o negro. Son tonos que piden a gritos un toque de audacia, una nota de color. Por ejemplo, en la imagen inferior vemos un salón con un sofá de oscuro. Se ha elegido un cuadro tríptico para salón con una pequeña franja roja que inmediatamente crea el centro de atención de la sala. Hay colores que combinan especialmente bien: Negro con algún acento rojo o Marrón oscuro con toques de color naranja.

 

 

  • Sofá de tonos saturados: Nos referimos a colores que crean el foco de atención, como puede ser un rojo, un verde pistacho o un rosa chillón. Para este caso recomendaríamos escoger un cuadro de tonos neutros que comparta algún acento de color con el sofá, pero sin competir con el propio mueble por ser el centro de atención.

Como resumen podemos decir que a la hora de escoger un cuadro, la norma básica es intentar coincidir los colores del cuadro con los colores presentes en nuestro salón. De esta forma creará una sensación de cohesión y armonía. A través de nuestra galería podrás encontrar más ideas de cuadros abstractos para salón expuestos en diferentes ambientes decorativos.

Un cuadro sobre un aparador

En el caso de que tengamos un salón comedor, es común tener un mueble aparador con una gran pared. Puede que el salón sea grande y optemos por poner dos cuadros: uno sobre el sofá y otro sobre el aparador. En este caso recomendamos que los cuadros sean de distintos formatos. Por ejemplo, si hemos elegido un cuadro tríptico para el sofá, lo mejor será que no repitamos el formato y optemos por un cuadro apaisado o un formato cuadrado para el aparador.

Para elegir el tamaño del cuadro que ira sobre el aparador, nos regiremos por el ancho del propio mueble. Las medidas del cuadro no deben sobrepasar el ancho del aparador, siendo ideal dejar un pequeño margen a ambos lados. La separación en altura es igual que en el sofá: dejaremos unos 20 cm entre el cuadro y la parte superior del mueble.

 

Cuadro al Óleo Abstracto Naranja-Aguamarina

 

Por otra parte, no es necesario que el cuadro esté centrado en el mismo eje que el mueble aparador. Podemos darle un toque asimétrico desplazándolo hacia uno de los lados y compensarlo con otro elemento como un jarrón o una lámpara.

Un cuadro sobre la mesa del salón comedor

Si tenemos una mesa en nuestro salón comedor, las paredes adyacentes son buenos lugares donde colgar cuadros. Si tenemos varias paredes y dudamos en cual colgar nuestro cuadro, hemos de pensar en qué pared lucirá más: normalmente la pared opuesta a la entrada es la más importante y la que más visibilidad tendrá.

 

Cuadro al Óleo Tríptico Árbol de la Vida

 

A la hora de colgar los cuadros tenemos que tener en cuenta tanto la altura de la mesa, como la altura de los respaldos de la silla. Con ello evitaremos que la mesa y las sillas no creen un obstáculo visual para nuestro cuadro. Si tenemos una mesa de 75 cm de alto y unas sillas de 85 cm de alto, es buena idea colgar nuestro cuadro a partir de 95 cm de altura. Con ello también evitaremos posibles roces entre las sillas y el cuadro.

A través de nuestra web encontrarás cuadros modernos para salón en diferentes decoraciones y acompañados de distintos muebles (sofá, aparador, mesa de comedor) como ejemplos para inspirar tus propias ideas. Si el artículo te ha resultado útil no dudes en compartirlo y dejar tu comentario. ¡Nos vemos en el próximo post!